Un potro entero actuará por instinto y, más tarde o más temprano, empezará a manifestar comportamiento de semental.
Nuestra recomendación es que todo caballo que no vaya a ser usado como semental, y que tenga que compartir espacios con otros caballos y yeguas, debería ser castrado, pues su monta será más placentera y menos arriesgada.
Un potro que se mantiene entero para su uso como semental debe ser domado por profesionales que le harán entender cuándo va a cubrir, o cuándo va a competir.
Las cosas bien hechas evitarán situaciones de estrés o de peligro
Tampoco podemos olvidar que todos los caballos tienen temperamento, y que no todo se arregla con la disminución de testosterona en sangre.
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¿Cuándo debo castrarlo?
Normalmente se castran entre los 2 y 3 años de edad.
Esta decisión puede ser aplazada o suspendida por su valor genético y su posible uso como semental o anticipada dependiendo del inicio de la doma, para la disciplina que va a desempeñar.
La probabilidad de complicaciones y riesgos asociados a la intervención, aumentan con la edad.
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¿En qué consiste y donde se hace?
La castración es un acto quirúrgico que aunque sea muy frecuente no está exenta de riesgos.
Siempre es realizada por nosotros, veterinarios, en condiciones de asepsia y con un tratamiento y seguimiento post operatorio.
Existen varias técnicas:
- Técnica abierta (la menos segura frente a la eventración)
- Técnica semicerrada
- Técnica cerrada (sólo realizada en quirófano)
➢ Las técnicas abierta y semicerrada se pueden realizar en el domicilio.
En ponis pequeños, caballos con mal temperamento o simplemente por cuestiones de seguridad para el veterinario, pueden ser anestesiados con anestesia general corta en la pista o en sitio blando en domicilio.
Pero, si los potros ya tienen un manejo mínimo, la mayoría permite la realización de la intervención con el caballo de pie, bajo sedación y anestesia local.
Después de sedar y desinfectar la zona para conseguir la máxima asepsia posible, se aplica la anestesia local y el veterinario con guantes estériles y material estéril procederá a castrarlo. Las heridas del escroto quedan abiertas con el fin de favorecer el drenaje de posibles coágulos y seroma post operatorio.
El caballo estará en reposo las primeras 24 h con una cama seca y limpia, para después empezar a moverse a diario.
Tiene que recibir hidromasaje en el escroto (que ayudará al drenaje del seroma a través de las heridas escrotales, que se irán cerrando desde dentro hacia fuera).
Las heridas escrotales tardan entre 15-21 días en cerrar por completo.
Recibirá tratamiento antibiótico y analgésicos –antiinflamatorios los primeros días, y suero antitetánico si no está al corriente de la vacuna de tétanos.
➢ La técnica cerrada se realiza en quirófano
Teniendo en cuenta que la probabilidad de complicaciones aumenta con la edad, esta es la técnica más recomendable para la castración de caballos mayores, caballos que han cubierto, caballos con orquitis o anillos inguinales grandes.
Los potros con testículo(s) que no han bajado al escroto tienen también que ser castrados en quirófano porque hay que localizar el testículo retenido que puede estar dentro del abdomen.
El riesgo que hay que asumir por la anestesia general (que es una realidad) siempre será menor que cuando se tumba el caballo en el campo.
Es la más segura, porque al ser realizada en quirófano:
▪ La esterilidad es máxima ( menos dosis de antibióticos).
▪ Hay mayor control de vasos sangrantes ( disminuye la probabilidad de hemorragias).
▪ Las heridas son suturadas (se elimina la complicación más temida que es salida del intestino por las heridas del escroto (eventración), la recuperación es más rápida y se pueda realizar en época de moscas.
También se realizan en el hospital las castraciones que no tienen necesidad de entrar en quirófano pero que en domicilio no hay personal para realizar las curas, o administrar la medicación postoperatoria.
3. Complicaciones posibles
Es una cirugía rutinaria y muy frecuente pero no por eso está exenta de riesgos y complicaciones que pueden incluso llevar a la muerte del animal.
Los veterinarios tenemos la obligación de explicarlo a los propietarios hasta que lo entiendan y deben firmar el consentimiento donde se enumeran las mismas.
Las complicaciones consideradas fatales, que requieren una rápida y eficaz actuación por parte del veterinario y su traslado urgente a un hospital son:
- Hemorragia descontrolada
- Hernia escrotal durante la intervención
- Eventración intestinal (salida del intestino por las heridas abiertas en el escroto )
Las complicaciones menos graves pero no menos preocupantes, que requieren tratamiento y control adecuado son:
- Sangrado de tejido circundante (predispone a mayor inflamación e infección)
- Infección de las heridas escrotales
- Infección del cordón espermático que suele terminar haciendo una fístula ( y que requerirá nueva cirugía)
- Septicemia e Infosura
Si el caballo es sometido a anestesia general además se suman las relacionadas con la anestesia:
- Miopatías y neuropatías posturales
- Hipotensión y parada cardiorrespiratoria
- Traumatismos relacionados con la caída o al levantarse
4. Nuestra denuncia
Espero y deseo que la información transmitida en este artículo haya podido hacer entender que la castración de un caballo es un acto quirúrgico que debe ser realizado exclusivamente por un veterinario.
Sólo nosotros estamos capacitados para realizarlo con las condiciones de asepsia, anestesia y analgesia para garantizar la realización de la técnica de la forma más segura posible y sin sufrimiento de ningún tipo para el paciente.
Es del todo inaceptable que a día de hoy aún tengamos intrusos en nuestra profesión que castren los caballos con cañas, o incluso a modo “ carnicero” sin la analgesia adecuada.
Castrar con cañas es una técnica primitiva que consiste en provocar la necrosis del testículo colocando unas cañas alrededor de los vasos del cordón y que, imposibilitando el riego sanguíneo, origina la necrosis del testículo (¡se pudre!)
Es una técnica Salvaje, cruel, sucia y que además de generar un sufrimiento innecesario al animal puede tener complicaciones que ponen en peligro su vida.
La ejecutan personas sin ningún tipo de calificación profesional y totalmente incapaces de tratar las complicaciones que pueden surgir.
Es antigua la preocupación por parte de los veterinarios especializados en clínica equina en impedir que personas sin escrúpulos éticos y morales, e insensibles al sufrimiento del animal puedan realizar este procedimiento que ahora, y dada la situación económica, se ha visto resurgida.
Desde aquí solicito a toda la persona que sea conocedora o testigo de esa situación, que haga su denuncia a la Asociación de Veterinarios especialistas en équidos de Catalunya ( AVEEC) o al Colegio de Veterinarios de Barcelona. (COVB).
Se incurren en dos delitos: intrusismo profesional y Maltrato animal tanto por el que realiza la técnica como por el cuidador y/o propietario que solicite dicho servicio.
Confíe en su veterinario