El objetivo de este artículo es intentar transmitiros información sobre el cólico. Tener algunos conocimientos puede ser de gran utilidad, y en ocasiones puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte del caballo que cuidamos.
Cólico no es una enfermedad, sino un conjunto de signos que nos indican que el animal presenta dolor abdominal. En la gran mayoría de los casos está relacionado con problemas en el tránsito intestinal y sus causas son muy variadas.
- ¿Cómo reconocerlo?
- ¿Cómo actuar?
- ¿Qué significa lo que le hace el veterinario?
- ¿Qué podemos hacer para minimizar la probabilidad de que lo padezca?
- ¿Qué no debemos hacer?
¿Cómo sé que mi caballo tiene un cólico?
La intensidad del cólico (dolor) varía de suave a severo, estando directamente relacionado con la enfermedad que lo está causando y con la resistencia al dolor que tenga cada individuo.
Por eso, en el dolor cólico suave los cambios de comportamiento pueden ser sutiles y sólo ser detectados por quien conozca su actitud normal ( ej: “ Mi caballo está tumbado y no es usual” ).
Son signos de dolor cólico:
- Actitud anormal (demasiado tranquilo, falta de apetito, permanecer tumbado… ).
- Rasca en el suelo.
- Adopta postura para orinar sin hacerlo (confundido a menudo con que el animal no puede orinar).
- Flemen.
- Mira los flancos.
- Patea el abdomen.
- Temblores.
- Se mueve en círculos en el box o camina de forma compulsiva.
- Realiza intentos para tumbarse sin llegar a hacerlo.
- Se tumba y se levanta.
- Se revuelca (más o menos violentamente).
En los casos de dolor más severo y de pronóstico más grave:
- El dolor no remite con la sedación.
- Sudoración profusa.
- Respiración agitada.
- Distensión abdominal.
- Lesiones traumáticas.
En los casos de dolor cólico de varias horas de duración sin tratamiento, el animal se deshidrata y en las situaciones graves entrará en estado de choque, pudiendose apreciar:
- Ojos hundidos
- Flancos remitidos.
- Mucosa de la boca enrojecidas y secas.
- Pérdida de la elasticidad de la piel (pliegue de piel persiste).
- Si orina, el color es más oscuro, concentrada y en poca cantidad.
- El dolor da paso a una actitud deprimida y ausente al entorno (estado de choque).
- Extremidades frías (estado de choque).
Ante la duda, llame a su veterinario de confianza y explíquele lo que está viendo.
Su veterinario es quien mejor le puede asesorar, a la vez que estará sobre aviso por si después las circunstancias hacen que finalmente tenga que asistirlo.
¿Qué hago?
En las situaciones en que el dolor tiene un origen súbito y se manifiesta de forma violenta y continua, es importante que se mantenga la calma y de una manera segura y tranquila llevarlo a un espacio amplio (por ejemplo: la pista de arena), donde se le pueda pasear o se pueda revolcar, sin hacerse daño o lastimar a alguien, mientras esperamos al veterinario que acudirá de forma urgente.
En las situaciones con dolor menos violento, retiraremos la comida y lo llevaremos a una zona tranquila y amplia para poder pasearlo.
Se debe llamar al veterinario describiendo lo que ve y éste le aconsejará la actuación más adecuada para cada caso.
¿Tiene que verlo un veterinario?
Por regla general todo el caballo que manifieste dolor cólico debería ser visitado por un veterinario. Es el único profesional que, efectuando una exploración clínica completa, puede determinar lo que está pasando en ese preciso momento y determinar la relevancia de cada hallazgo.
Sin embargo, es real que no asistimos a todos los caballos que sufren algún tipo de molestia. Sobretodo, si es un dolor de carácter suave y si en el sitio donde está estabulado hay un profesional (mozo de cuadra, profesor de equitación, etc.. ) que haya vivido con anterioridad una situación similar y sea capaz de detectar síntomas y explicarlos al veterinario.
La descripción de su actitud y comportamiento, la estimación del tiempo que puede llevar, cuándo comió por última vez etc., son preguntas frecuentes que realizamos y que nos ayudan a estimar la intensidad del dolor y el tiempo que puede llevar.
Es muy importante tener en cuenta que la decisión de no asistirlo siempre se basa en la información aportada por teléfono y sin la realización de una exploración clínica, así que a nuestro entender:
- Todos los casos con dolor moderado y/o severo deben ser visitados por un veterinario con carácter de urgencia.
- Los casos de dolor suave, van a depender de la información prestada por un cuidador/propietario experto que quedará observando la evolución del animal de forma continuada. Jamás daremos la misma validez a la información aportada por un aficionado sin experiencia en problemas de salud.
Hay causas de dolor cólico que responden a un simple tratamiento dietético y/o administración de analgésicos, pero no hay que olvidar que esos casos requieren dieta muy digestible durante varios días y reintroducción progresiva de la dieta habitual hasta que recupere el tránsito intestinal normal.
Los caballos con cólico que reciben automedicación analgésica pueden tener los síntomas enmascarados, y por eso no recibir el tratamiento adecuado a su debido tiempo.
¡No debemos omitir nunca si ha sido medicado previamente o si es un episodio recurrente!
Los caballos que sufren un dolor cólico al final del día no deben quedar sin observación en la cuadra durante toda la noche, aunque la respuesta más inmediata sea favorable.
¿En qué consiste una visita veterinaria por cólico?
El veterinario cuando asiste un caballo con cólico realiza una exploración clínica completa. La frecuencia cardíaca y respiratoria, la temperatura rectal, la existencia o no de motilidad intestinal tienen valor diagnóstico. La colocación de una sonda por la nariz hasta el estómago permite la realización de un lavado gástrico. El estómago del caballo es pequeño y no puede vomitar, así que cuando existe cualquier alteración, puede estar impido su vaciado. La exploración rectal permite identificar distensiones y desituaciones intestinales situadas en la parte más trasera del abdomen.
Los hallazgos de dicho examen permiten emitir un diagnóstico (presuntivo o definitivo) de la causa del dolor cólico y determinar el estado de hidratación en que se encuentra el animal, y decidiremos qué tratamiento instaurar in situ, o si por lo contrario, requiere traslado a un hospital.
Deben ser trasladados a un hospital para ser monitorizados y recibir tratamiento médico intensivo y/o tratamiento quirúrgico todos los caballos que:
- Presenten signos clínicos de deshidratación.
- Presenten reflujo intestinal en el estómago (líquido verdoso que proviene del intestino delgado).
- No responden al tratamiento médico efectuado (no recuperan actitud normal, el dolor persiste y/o aumenta en intensidad, el dolor es suave pero recurre de forma cada vez más persistente).
En el hospital el animal quedará ingresado en la unidad de cuidados intensivos:
- se realizarán pruebas complementarias (ecografía, análisis sanguíneos, análisis de líquido peritoneal…) que son muy importantes para la emisión del diagnóstico y pronóstico.
- Se instaura tratamiento médico intensivo (fluidoterapia y medicación varia según el proceso que lo cause).
- Serán intervenidos quirúrgicamente (Laparotomía exploratoria), aquellos en los que la enfermedad causal lo requiera.
La cirugía y postoperatorio de una intervención de cólico es costosa por el gasto en material fungible, medicación y equipo humano que requiere de forma intensiva durante una semana. Se agravará en caso de complicaciones que pueden hacer que la hospitalización y tratamiento se tenga que alargar.
El caballo operado estará con paseos de la mano diarios durante 1 mes. Los 2 meses siguientes estará estabulado en pequeño paddock sin poder trabajar hasta que su pared abdominal recupere su tensión correcta.
Sin embargo, los hallazgos intraoperatorios pueden, en un momento dado, revelar malas noticias en cuanto a lesiones de carácter irreversible o a lesiones que puedan originar secuelas que le impidan una calidad de vida aceptable.
¿Hacemos algo inadecuado que lo haya provocado?
Las particularidades anatómicas del caballo y su fisiología digestiva hacen que cualquier caballo pueda sufrir un cólico por alteraciones en el tránsito intestinal.
Pero existen determinados factores predisponentes que aumentan la incidencia en el caballo domesticado, y más aún en caballos estresados y que presentan vicios de cuadra (como tragar aire o tiro del oso).
Es muy importante:
- Realizar un esquema equilibrado y rutinario en el aporte calórico y digestibilidad de la dieta y del ejercicio.
- Administrar el pienso y forraje repartido en mayor número de tomas posibles.
- No realizar cambios en la dieta o ejercicio de forma súbita.
- Evitar situaciones de estrés.
- Realizar desparasitaciones periódicas. Los que conviven en grupo deben desparasitarse en simultáneo, y retirar las heces que puedan tener carga parasitaria.
- Agua fresca a disposición permanente (especial atención al calentamiento de los tubos del agua en verano y congelación en invierno).
- Evitar que coman en suelos arenosos (la arena ingerida es causa de impactaciones y de colitis).
- Revisión dental anual o semestral, dependiendo de su edad, y realizar su equilibrado (una boca en mal estado afecta la masticación y digestibilidad de la dieta, problemas de conducta y musculoesqueléticos).
¿Errores que pueden agravar la situación e incluso ser mortal?
- Ignorar los síntomas y no consultar un veterinario. La asistencia retardada puede derivar en inflamación intestinal con consecuente absorción de toxinas (endotoxemia) y/o diarreas y/o atonía intestinal o, lo que es más grave, por su carácter irreversible, la rotura de vísceras (estómago o intestino).
- Administración de medicamentos sin previa consulta al veterinario. Hay medicamentos que empeoran la deshidratación que puedan sufrir, otros que no deben ser administrados a caballos deshidratados, y otros que enmascaran síntomas retrasando el tratamiento adecuado en el momento preciso.
- No observar de forma continuada al caballo automedicado.
- No realizar un manejo dietético adecuado al caballo convaleciente.
- No trasladar al Hospital, o hacerlo demasiado tarde, al animal que no responde al tratamiento médico efectuado en su domicilio. Estos deben ser hospitalizados para ser monitorizados y recibir tratamiento médico intensivo, o si es el caso, ser intervenido quirúrgicamente (laparotomía exploratoria).
- El tiempo es un factor muy importante en determinadas causas de cólico (torsiones, hernias estranguladas, etc…). En los casos en que se afecta la vascularización intestinal, rápidamente el intestino se desvitaliza (necrosis) teniendo que cortar intestino, o tener que proceder a la eutanasia del animal por la visualización de lesiones irreversibles incompatibles con la vida.
Conclusión
Cuidar un caballo es una responsabilidad y debemos tener un veterinario de confianza para velar por su salud y bienestar.
El veterinario es el profesional que mejor le puede asesorar ante los problemas de salud y medicina preventiva de su caballo.
¡Un veterinario especialista en clínica equina es conocedor de las diferentes causas del dolor cólico y las consecuencias de una asistencia tardía, por lo que no lo subestimará nunca!
Un veterinario especialista en clínica equina es conocedor que la cirugía de cólico es una intervención no exenta de complicaciones, y que puede dejar secuelas. Pero que es falso que todos los caballos sometidos a esta intervención acabarán siempre con secuelas. Cada caso es individual y como propietario debe recibir toda la información necesaria.
Dependiendo de la causa que lo provoca su tratamiento puede ser muy costoso, por lo que es muy recomendable tener la previsión de contratar seguros de salud.
¡CONFÍE EN SU VETERINARIO !
*Todas las fotografías y videos que ilustran esta publicación resumida o la más completa en (link) son de pacientes tratados por Eguisof y queda totalmente prohibida su copia o divulgación sin autorización del autor y sin indicar su origen.