La vieja escuela
Existe todavía una vieja escuela en cuanto a la forma de afrontar la desparasitación interna de nuestros caballos, basada básicamente en una desparasitación estándar, igual para todos los caballos independientemente de su alimentación, de si están estabulados o viven sueltos en manada, que consiste en que cada aproximadamente 6 meses se aplica el tratamiento desparasitador de turno, siempre con el mismo principio activo (Ivermectina o Praziquantel normalmente), cuando normalmente no se necesita o quizá no es el fármaco más adecuado para el tipo de parásito que puede estar aquejando a nuestro caballo, el cuál desconocemos porque no hemos hecho un análisis coprológico antes.
Esta práctica de matar mosquitos a cañonazos provoca que los parásitos internos se vuelvan resistentes al fármaco, generando un problema que ya no sólo va a afectar a nuestro caballo, viendo disminuida la eficacia del tratamiento, si no que va a entrenar a sus gusanos a resistir el fármaco, y cuando estos se reproduzcan y pasen a otro caballo, éste tendrá el mismo problema.
Desparasitadores para caballos (antihelmínticos)
Los actuales desparasitadores contienen principios activos que pertenecen a una de tres clases de antihelmínticos, y a veces una combinación de dos principios activos. Cada clase tiene un modo diferente de acción contra los parásitos gastrointestinales y una ligera diferencia en su eficacia contra cada uno de ellos, por lo que se tiene que considerar cuidadosamente la necesidad de utilizar uno u otro sabiendo elegir el más adecuado para cada momento y caballo.
Un sumario muy útil sobre productos para el control de parásitos en caballos y su efectividad es este estudio preparado por el NSW Department of Primary Industries in Primefact.
Un concepto muy importante para entender la eficacia de cada producto es el de “Período de reaparición de los huevos” o ERP en sus siglas en inglés, que es el tiempo que los huevos de los parásitos tardan en reaparecer en las heces del caballo después del tratamiento.
BENZIMIDAZOLES (BZ’s) | Oxibendazole, Oxfendazole, Fenbendazole | ERP: 4 semanas |
TETRAHYDROPYRIMIDINES (THP’s) | Morantel, Pyrantel | ERP: 4 semanas |
MACROCYCLIC LACTONES (ML’s) | Abamectin | ERP: de 6 a 8 semanas |
MACROCYCLIC LACTONES (ML’s) | Ivermectin, Moxidectin | ERP: 12 semanas |
Diseñando un programa de control de parásitos personalizado
Hay un amplio número de factores que podemos utilizar como ventaja cuando diseñamos un programa de control de parásitos, pero son dos principales:
- Minimizar la contaminación del pasto con larvas
- Ralentizar el desarrollo de resistencia a los fármacos de los parásitos.
Trabaja con la naturaleza
La Naturaleza por si misma es la que mayor impacto tiene en la disponibilidad de larvas infecciosas en el pasto. Para que los huevos que están en las heces pasen a fase de desarrollo, necesitan condiciones cálidas (de 6ºC a 38ºC, siendo el óptimo alrededor de 25ºC). Cuanto más frío hace, más se ralentiza su desarrollo. Una vez el huevo ha eclosionado la temperatura afecta a la larva de forma opuesta. A temperaturas más cálidas (especialmente por encima de 32ºC) más se reduce su supervivencia, mientras que la temperaturas más frescas son más favorables. De hecho, las larvas pueden incluso sobrevivir a las heladas.
Tratar a los caballos inmediatamente antes de estos períodos de alto riesgo (por ejemplo al final del verano o del invierno) ayuda a reducir estos picos. El invierno es también un tiempo efectivo para tratar los reznos ya que sus larvas pasan el invierno en el estómago esperando condiciones más cálidas para abandonar al caballo y convertirse en moscas.
Desafortunadamente, la naturaleza no nos ayuda mucho para los pascáridos, cuyos huevos son tan resistentes que se encuentran en cualquier clima del mundo.
No todos los caballos son iguales
Se sabe que la mayoría de los parásitos (80%) son contagiados por una minoría (20% de caballos), convirtiendo a unos pocos en la principal fuente de contaminación.
Si estos individuos pueden ser identificados (via análisis coprológico un par de semanas después de que pase el ERP del último tratamiento antihelmíntico…) existe una oportunidad de focalizar tratamientos existentes, de tal forma que se pueden dar tratamientos específicos a esos caballos, y otros más preventivos a los no infestados.
Déjalos esconderse
La porción de población de parásitos que escapa a la exposición del fármaco se considera “en refugio”, por ejemplo, para los cyathostomidos, que están en refugio (es decir se libran del tratamiento) las larvas enquistadas en la pared del intestino delgado, o aquellas que ya están en el pasto o en otros animales a los que no se ha tratado.
Si no existieran parásitos en refugio, la población que quedaría superviviente después de un tratamiento habría estado toda expuesta al fármaco y serían resistentes al mismo, transmitiendo esta resistencia a la siguiente generación. Pero si existe adicionalmente una sustancial población de parásitos en refugio a los que nunca llegó el fármaco y no desarrollaron resistencia, se mezclarán con los parásitos resistentes “diluyendo” esta resistencia.
La aproximación histórica de tratar a todos los animales de una propiedad al mismo tiempo y cada muy poco tiempo elimina una gran cantidad de “refugio” y, por lo tanto, fomenta el desarrollo de resistencia.
Recomendaciones y consejos
La erradicación de los parásitos de los caballos no es algo alcanzable. En el mejor caso se debe encontrar un equilibrio entre una exposición adecuada que permita el desarrollo de la inmunidad de nuestros caballos, y el favorecer suficiente refugio a los parásitos para disminuir la resistencia farmacológica de estos, mientras vigilamos y mantenemos la salud clínica de nuestros caballos. Para ello existe el Régimen de Tratamiento E.T.S.
E. Basado en la Evidencia, y consiste en monitorizar periódicamente el contenido de huevos en las heces de los caballos y sólo desparasitarlos cuando sea necesario. Esto significa sólo utilizar tipos de desparasitantes específicamente efectivos para los parásitos que sabemos que tiene. Monitorizar es más barato que desparasitar masivamente de forma innecesaria y con un producto que no funciona.
T. En el punto de mira, que significa identificar a aquellos caballos de la propiedad que requieren tratamientos más frecuentes y darle menos tratamientos a aquellos con menos cantidad de huevos en las heces.
S. Estrategia, que viene de aplicar el conocimiento acerca del ciclo de vida y la ecología del parásito. Como hemos hablado anteriormente, el momento del año en el que estamos a punto de entrar en períodos o estaciones de alto riesgo es importante, así como aplicar higiene en la gestión de pastos para romper este ciclo de vida: esto es muy efectivo.
Otra arma muy efectiva (cuando está disponible) es dejar pastar a los caballos en rotación con vacas u ovejas (quienes poseen diferentes especies de parásitos que no infectan a los caballos). Los rumiantes pueden servir de vacuna para muchos parásitos de caballos.
Estas aproximaciones deberían ayudar a reducir el número de tratamientos requeridos cada año en nuestros caballos.
Aún queda espacio para la mejora en tratamiento de potros y caballos jóvenes debido a que éstos son más susceptibles y su recuento de huevos se incrementa rápidamente a altos niveles siguiendo el ERP. Estos caballos deberían pastar separados de otros más adultos y aún es imperativo seguir testeando la eficacia de tus productos contra los parásitos (especialmente el tipo ML).
Caballos estabulados o en paddocks que no están expuestos a pastos contaminados deberían requerir tratamientos menos frecuentes. Si el caballo es parasitado dentro del establo o paddock, un tratamiento cada tres o cuatro meses debería de ser suficiente (incluso menos).
Comprueba qué tratamiento es necesario primero haciendo un recuento coprológico.
Es hora de que paremos de confiar solamente en la conveniencia de los intervalos de tratamiento de la vieja escuela y que pongamos nuestro esfuerzo en conocer este control sostenible sobre los parásitos. Todo comienza con aprender las bases de la biología parasitaria y un poquito de los productos disponibles para su tratamiento- y cuanto más sepamos, mejor lo podremos hacer. El tratamiento de la resistencia debería de ser un factor motivante para cambiar la forma en la que manejamos los parásitos en nuestros establos.
Fuente: Horse&people