Un equipo de veterinarios e ingenieros de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos) han desarrollado un dispositivo pionero para realizar una prueba respiratoria a los caballos y determinar posibles problemas respiratorios que puedan sufrir.
Laurent Couëtil, director del Centro de Medicina Deportiva Equina de Purdue, explica que “una persona iría a un neumólogo, donde le pedirían que respirase lo más profundamente posible y soplara fuertemente para medir la rapidez con la que lo hace”. Justamente esta prueba es la que se realiza también en caballos, “teniendo en cuenta que no puedes pedirle al caballo que lo haga, sino que tienes que hacerlo por él”.
Así, el equipo de investigación de la Universidad de Purdue han desarrollado una prueba de respiración asistida o función pulmonar, la cual ha demostrado ser muy sensible, y cuya herramienta de diagnóstico se deriva de la prueba estándar para humanos con enfermedades como la EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y el asma.
El caballo, estando de pie y sedado parcialmente, se conecta a un aparato que, a su vez, está conectado a dos tanques. Uno de ellos, con presión positiva, está conectado a las vías respiratorias del equino para inflar sus pulmones y otro, con presión negativa (algo parecido a un vacío), sirve para forzar la respiración de manera asistida del animal. El sistema, completamente automatizado, produce las mediciones necesarias para diagnosticar la condición respiratoria del caballo, aunque Couëtil apunta que “actualmente esta tecnología requiere de equipos demasiado grandes, además de tratarse de una prueba bastante complicada que necesita de especialistas para ser realizada”.
De todas formas, esta prueba es de suma importancia, ya que, tras la cojera, los problemas respiratorios son el siguiente mal de los caballos de carreras. Además, los síntomas son tan sutiles que se hacen bastante difíciles de detectar. Gracias a esta nueva tecnología, los propietarios de caballos están encontrando respuestas al por qué los animales comienzan a tener estos problemas y reducen el ritmo de su marcha durante las carreras.
El asma se encuentra generalizada entre los equinos, aunque, según los expertos, se trata de un problema fácil de tratar. En este sentido, Couëtil indica que “una de las razones de este asma (leve) se debe a la dieta que siguen, ya que muchos de ellos viven en cuadras, y la dieta clásica es el heno, que es inherentemente bastante polvoriento en comparación con el pasto«, y ese polvo puede hacer que se vuelvan asmáticos.